Último Minuto

Entre sonidos y silencios de la radio

 Por Maikel Cordero Cisneros

Entre sonidos y silencios, ruidos y efectos sonoros, musicalizaciones, voces de locutores, la música más actual, el himno nacional en la apertura de una actividad política, la distancia de los micrófonos, se mueve el día a día de un sonidista.

La televisión, el cine, los espectáculos públicos, y hasta los actos solemnes, requieren del talento de los realizadores de sonido para tener una lucidez que muchas veces, como espectadores, ni siquiera notamos a simple vista.

Pero en la radio, precisamente en la radio, el sonidista es quizás el primer elemento para que exista una obra que los oyentes puedan decir, que este mágico medio, existe.

A veces hemos hecho radio sin locutores, sin directores de programas, incluso sin el necesario componente que aportamos los periodistas, en situaciones excepcionales.

Sin embargo nunca se ha podido hacer radio, sin un realizador de sonidos, sobre todo si es avezado, hábil, y capaz de sobreponerse a las sorpresas de último minuto.

Nervios de acero, conocimientos de física, electrónica y eléctrica, telecomunicaciones, música, cine, teatro, danza, historia universal, historia de la música, informática, tecnologías de punta, locución, entre otras decenas de conocimientos que necesariamente tienen que pasar por su cabeza a lo largo de su tiempo ejerciendo esta especialidad, los realizadores de sonidos en la Radio Cubana son una de las garantías que tiene la radio para que el público no siga de largo en el dial.

Un contenido muy bueno para convertirse en discurso radial, tiene necesariamente que pasar por las manos de un sonidista que lo convierta en arte, para escuchar, de lo contrario quedarían en el camino las buenas intenciones de emocionar a la audiencia.

Por lo cual la plantilla en la Radio dice con toda justeza, que el sonidista, es artista.

Estoy seguro que muchos duermen con la melodía en la cabeza de la banda sonora que quieren para su nuevo programa, o con el tema musical que deberán abrir una programación especial, o escuchando la radio de otras latitudes para identificar qué tan lejos o cerca andamos de lo que está en boga.

El sonidista radial a veces olvida las horas frente a la pantalla y los controles, y viene a darse cuenta con paso del tiempo, que ha dedicado toda su vida a hacer arte entre audios y silencios, y que detrás de los micrófonos se ha convertido en un ser humano que no piensa nunca en el retiro.

La radio existe hoy, en gracias al arte del sonido, y de él se nutrió la televisión, el cine, y las demás manifestaciones artísticas que en esta modernidad, no podemos dejar detrás.

Llegue a nuestros artistas del sonido, el abrazo y el agradecimiento enorme de quienes hacemos radio, y sobre todo a los abnegados muchachos de Radio SG, Yunior, Alberto, Yuniesky, y Arletis.

Este 4 de diciembre, podemos decir otra vez que, de ustedes, estamos orgullosos.


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