EL OTRO ¨PERIODISMO¨
Algunos con dinero, trataron de
reclutar a un periodista, para que diera lo que se llama un palo
periodístico y querían que el muchacho redactara un editorial
denunciando la violación de los derechos humanos de Yosisleydis
Decibeles, en el cual se pediría solidaridad para ella, luego de ser
“apaleada brutalmente por una turba de vecinos comunistas, por estar
amplificando en su portal la música prohibida por el régimen” .
En realidad todo el mundo sabía
que a la desconsiderada mujer, que abusaba de los oídos del vecindario
con su escándalo, en verdad le había sucedido que Paco Peña, el curda,
le sonó un soberano tomatazo en el rostro y todo porque la susodicha
enganchó a todo volumen un merengue titulado EL VENADO (en referencia al
animalito de los cuernos pronunciados) al parecer sin percatarse de
que el día anterior, Paco había sorprendido a su mujer con Cuco el
plomero y no precisamente arreglando un salidero.
Querían incluso que el reclutado fuera a pasar un cursillo de
“fotografía selectiva” para evitar que su futuro pupilo sacara algunas
instantáneas equivocadas y luego anduviera la gente por el mundo viendo
“cursilerías socialistas” como esos desfiles del Primero de Mayo, los
inicios de cursos escolares con millones de muchachos en uniforme y
risueños o cientos de jóvenes con antorchas marchando nada menos que con
el presidente del país al frente. El lente tenía que enfocarse en otras
cosas, las más oscuras, las más deprimentes.
Los tipejos le dijeron que aquello prometía y que la “plata” estaba segura, que solo tenía que superar algunas “cosillas” como eso de “los principios” , “la patria” y “la verdad”, qué ya dejando a un lado esas boberías le garantizaban una carrera fenomenal y que las noticias era cosa de seguir unos simples preceptos y evitar temas como: Mortalidad infantil; Escuelas para todos; El Bloqueo yanqui; Terrorismo contra CUBA y cosas por el estilo, que pudieran fastidiar el “prestigio y la repercusión” de su obra periodística en el mundo.
El muchacho los mandó a freír tuzas y dos semanas después escribió su primer artículo revolucionario, nada complaciente, pero nada traidor.
Los tipejos le dijeron que aquello prometía y que la “plata” estaba segura, que solo tenía que superar algunas “cosillas” como eso de “los principios” , “la patria” y “la verdad”, qué ya dejando a un lado esas boberías le garantizaban una carrera fenomenal y que las noticias era cosa de seguir unos simples preceptos y evitar temas como: Mortalidad infantil; Escuelas para todos; El Bloqueo yanqui; Terrorismo contra CUBA y cosas por el estilo, que pudieran fastidiar el “prestigio y la repercusión” de su obra periodística en el mundo.
El muchacho los mandó a freír tuzas y dos semanas después escribió su primer artículo revolucionario, nada complaciente, pero nada traidor.
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